domingo, 27 de enero de 2019

Blanquear

El verbo ‘blanquear’ tiene diversas acepciones, según nuestro diccionario de la lengua. Significa, principalmente, pintar algo de blanco, aplicar algún tratamiento a algo para que parezca más blanco o para que se vuelva más claro. Pero también se aplica a metales como el oro o la plata. En este caso, ‘blanquear’ se refiere a tratarlos para que recuperen su color, o hacerlos relucir, sacarles más brillo. En cocina también se utiliza la acción de ‘blanquear’ cuando se cuecen los vegetales, por ejemplo, durante un tiempo breve y seguido se meten en agua fría. De esta manera, los vegetales no se oscurecen y mantienen su color original. De manera simbólica, utilizamos el verbo ‘blanquear’ para referirnos a la acción de legalizar el dinero procedente de actividades ilícitas, el ‘dinero negro’. Últimamente, sin embargo, podemos oír o leer en los medios de comunicación un uso de este término que no recogen los diccionarios aún. En el reciente homenaje a Gregorio Ordoñez, asesinado por ETA, su hermana acusaba al nacionalismo vasco de blanquear el terror generado por la banda. En otro titular reciente, se acusaba al PP de Castilla-La Mancha de intentar blanquear a Cospedal, tras su supuesto intento de tapar la corrupción de su partido. También se acusó a Errejón, a raíz de unas declaraciones suyas en un programa televisivo, de querer blanquear a Vox. Lo que parece ‘blanquearse’ en estos casos no es algo tangible como el dinero, sino acciones más bien vergonzantes, que se quieren hacer pasar por buenas cuando en realidad no lo son.

(Publicado en el suplemento Territorios de El Correoel 26/01/19)

domingo, 13 de enero de 2019

A escote

Pagar a escote, ir a escote… y ahora vivir a escote. Dada la subida de los alquileres, cada vez son más quienes deciden compartir su piso con otras personas, para que cada inquilino pueda contribuir con su parte al gasto común de la vivienda y así poder hacer frente al pago mensual correspondiente. Surge así la expresión ‘vivir a escote’. Pero ojo, que el ‘escote’ en esta frase no tiene nada que ver con la moda femenina. Procede del fráncico skot (tributo o impuesto, contribución de dinero), la cual dio lugar a escot en francés antiguo, actualmente écot, y a ‘escotar’ en castellano. Así, escotar es, según la RAE, pagar la cuota que a cada uno le toque del gasto común. Es decir, quien paga a escote contribuye a la liquidación de una cuenta común con la parte que le corresponde. La expresión francesa payer son écot (pagar a escote) apenas se usa, pues resulta algo literaria, con tintes decimonónicos y, por tanto, poco natural. Además, al igual que en castellano, el significado de écot (escotar) no deja claro cuál es la cantidad que debe aportar cada individuo en el pago común: si lo mismo que el resto o lo que buenamente pueda. De ahí que en el país vecino se sustituya por expresiones más explícitas como ‘pagar a partes iguales’, ‘cada uno lo que pueda’ o incluso ‘cada uno lo suyo’. En las culturas del norte, donde también se practica el pago a escote, cada cual aporta al conjunto la cantidad que le corresponde: quien consume más, paga más. Aquí, sin embargo, seguimos practicando el ‘todos por igual’.

(Publicado en el suplemento Territorios de El Correoel 12/01/19)

domingo, 6 de enero de 2019

Manifestación

Ya vienen los Reyes y con ellos el 6 de enero celebramos la Epifanía del Señor. Epifanía significa manifestación, o la ‘manifestación’ del hijo de Dios ante el mundo (pagano). Esta palabra proviene del latín manifestatio, y hace referencia a la acción de dar a conocer o poner a la vista. Concretamente, sus componentes son manus ‘mano’ y festus ‘fiesta’. Se trata, por tanto, de la acción de festejar algo con las manos; o de otra manera, exponer algo (un punto de vista, por ejemplo) mediante la gesticulación de las manos. La celebración de la Epifanía es, por tanto, momento de festejo según nuestra cultura. Existe otra interpretación del término latino festus, según proponen Alfred Ernout y Antoine Meillet en su diccionario etimológico del latín. Según ellos, festus significaría ‘hostil, enemigo’, como en infestus, del que derivaría ‘infestar’ o ‘enhiesto’ en castellano. La expresión infestis pilis (‘con lanzas hostiles’) empleada en el ejército sería ejemplo de esta acepción. A pesar de esta doble etimología de uno de sus elementos, el origen de la palabra ‘manifestación’ atiende al primer caso: a la de la celebración y la exposición, no a la del ataque. En el 2018 han sido varias las manifestaciones de las que la sociedad se han hecho eco a escala internacional. Para algunos han sido constructivas y para otros molestas e innecesarias. No cabe duda de que existen dos formas de interpretarlas. En nuestra mano está el considerarlas dañinas o acciones positivas que ayuden a mejorar el año que comienza.


(Publicado en el suplemento Territorios de El Correoel 5/01/19)