Decimos que lo global es todo aquello que tomamos en
conjunto. Por eso, usamos expresiones como “a nivel global” cuando queremos
generalizar y hablamos de tener una visión global de las cosas o de obtener un
resultado global si aludimos a la totalidad de algo. Decimos, también, que lo
global se refiere a lo planetario. Por eso, el mercado global y la economía o
la política global son nociones que definen sistemas establecidos a lo largo y
ancho del planeta; o cuando citamos un problema global nos referimos a una
cuestión que afecta a todos los seres humanos. Asimismo, una de las
preocupaciones fundamentales de nuestro tiempo tiene que ver con el
calentamiento global (el aumento de la temperatura de la Tierra) y en las
últimas décadas hemos ido desarrollando los conceptos de educación global, para
referirnos a un sistema de enseñanza inclusivo y abarcador, e incluso del
español global, para aludir a la idea de una lengua para todos, más neutra, despojada
de marcas dialectales o idiolectales, y más integradora. Dejamos atrás, ahora,
un año cuya marca indiscutible ha sido la de la pandemia, un problema de “salud
global” que afecta a ricos y a pobres. Y decimos que alguien debe hacer algo, que
se muevan los gobernantes, pues todo lo global parece que no nos compete
directamente. Pero ¿quién? Si todo lo global comienza por lo local…
(Publicado en el suplemento cultural Territorios de El Correo, el 2/01/21)