domingo, 25 de noviembre de 2018

Rimbombante

Sinónima de altisonante y estrepitoso, que retumba, que resuena; lo rimbombante es aparatoso, llamativo, ostentoso, pedante o estrambótico. Se trata de una palabra que dura (es larga, tiene cuatro sílabas), es sonora y persuasiva. Su origen se encuentra en un préstamo del griego. El profesor Antonio Capizzi explicaba en su libro Introducción a Parménides (1986) que este filósofo griego utilizó la palabra en sus versos para referirse a las lenguas extranjeras, recuperando el uso que se le había otorgado en La Odisea, donde se le aplicaba al mar, a las olas y a los vientos para explicar lo que estas fuerzas de la naturaleza producen. Se entiende, por tanto, que las citadas lenguas extranjeras ‘rimbombantes’ no eran ni suaves ni poéticas para Parménides… Se han dicho muchas cosas sobre ‘rimbombante’. Por ejemplo, que cuando comienzas a decirla ya no puedes parar hasta el final, o que se trata de una palabra plena y categórica; que, en sus cuatro sílabas, las cuatro de las cinco vocales que aparecen rodeadas de nasales y bilabiales recrean una voz increíblemente musical; o incluso que su significante y su significado se pegan por decir lo mismo. Pese a su forma tan poética y un significado tan pictórico –o cinematográfico, según se prefiera–, se trata de una palabra poco utilizada. Quizá tenga que ver en ello la asociación que hacemos de este adjetivo con lo barroco, lo recargado y lujoso. Si la sencillez y la claridad distinguen al hombre de bien, lo rimbombante es todo lo contrario, descubre al vanidoso.

(Publicado en el suplemento Territorios de El Correoel 24/11/18)

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