(Publicado en el suplemento Territorios de El Correo, el 2/02/19)
Léxico de actualidad y no tanto. Etimologías, estructuras y usos de palabras, que generan cierto debate.
domingo, 3 de febrero de 2019
Azul
Es
el adjetivo que califica un cielo exento de nubes; también el que describe el
mar bajo un cielo soleado, transmitiendo paz y sosiego. El azul pasó a ser el
color por excelencia de Francia; ya en el siglo XII los galos lo consideraban
un color maravilloso. Es, además, el color del linaje noble. Pero la ‘sangre
azul’ alude, en realidad, a la deficiente oxigenación de la sangre y se
manifiesta en una piel de color pálido, azulado, signo de debilidad física
general. La expresión ‘estar azul’ significa, por tanto, sentirse débil,
incluso desnutrido; y aunque no sea una expresión muy utilizada, su uso se evidencia
en algunas obras literarias. Por otro lado, ‘sentirse azul’ es otra locución
cromática que, sin embargo, no pertenece a nuestro acervo lingüístico. Aun así,
parece estar incorporándose a él, como traducción literal de la expresión
anglosajona feeling blue, y que quiere
decir ‘sentirse triste’. La cuesta de enero se ha hecho más empinada desde hace
unos años ya; desde que nos han hecho creer que el tercer lunes de ese mes es,
además de costoso, el más triste y deprimente del año, tal y como concluía un supuesto
estudio de la Universidad de Cardiff. Este lunes pasó a llamarse Blue Monday y para contrarrestar ese
sentimiento de tristeza, las campañas comerciales empezaron a anunciar todo
tipo de descuentos en su ‘lunes azul’. La traducción más adecuada en nuestra
lengua debería ser ‘lunes triste’, pero esa expresión no parece ser muy
atractiva ni invita al consumo. Quizá por ello se haya preferido mantener el
anglicismo.
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