Sinónima
de altisonante y estrepitoso, que retumba, que resuena; lo rimbombante es
aparatoso, llamativo, ostentoso, pedante o estrambótico. Se trata de una
palabra que dura (es larga, tiene cuatro sílabas), es sonora y persuasiva. Su
origen se encuentra en un préstamo del griego. El profesor Antonio Capizzi
explicaba en su libro Introducción a Parménides (1986) que este filósofo griego
utilizó la palabra en sus versos para referirse a las lenguas extranjeras,
recuperando el uso que se le había otorgado en La Odisea, donde se le aplicaba al mar, a las olas y a los vientos para
explicar lo que estas fuerzas de la
naturaleza producen. Se entiende, por tanto, que las citadas lenguas
extranjeras ‘rimbombantes’ no eran ni suaves ni poéticas para Parménides… Se
han dicho muchas cosas sobre ‘rimbombante’. Por ejemplo, que cuando comienzas a
decirla ya no puedes parar hasta el final, o que se trata de una palabra plena
y categórica; que, en sus cuatro sílabas, las cuatro de las cinco vocales que
aparecen rodeadas de nasales y bilabiales recrean una voz increíblemente
musical; o incluso que su significante y su significado se pegan por decir lo
mismo. Pese a su forma tan poética y un significado tan pictórico –o cinematográfico,
según se prefiera–, se trata de una palabra poco utilizada. Quizá tenga que ver
en ello la asociación que hacemos de este adjetivo con lo barroco, lo recargado
y lujoso. Si la sencillez y la claridad
distinguen al hombre de bien, lo rimbombante es todo lo contrario, descubre
al vanidoso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario